¡Oh, gloria inmarcesible!


21 salvas de cañón desde la colina de la Guarnición de Gotemburgo.

¡Oh, júbilo inmortal!

Por la Paz en suelo patrio, y el arribo a Suecia de su Nave Abanderada 
Los cañones de Gotemburgo descerrajan ya!


El pomposo arribo del ARC Gloria, al puerto de Gotemburgo.


Por
Luis Eduardo Schroeder Soto
Desde Suecia.
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Entrando por el Río Göta, en la mañana del lunes 29 de agosto de 2016, el mismo día cuando allende el horizonte, en nuestra amada patria, se silenciaban las armas de una despiadada guerra fratricida, escoltado por dos (2) patrulleros de la Real Flota de Suecia, y guiado por el remolcador Svitzer del puerto de Gotemburgo, lanzando con sus cañones de agua, fuertes chorros que formaban enormes alas por sus dos costados, a las 08:30 horas el “ARC Gloria” empezaba a saludar, con una salva de 21 cañonazos, a las Autoridades Militares de Suecia, a su paso frente a la Guarnición de Gotemburgo. Pasados cuatro (4) minutos, a las 08:34 horas, el estruendo de los poderosos cañones de la Artillería de Costa, arriba en la colina, irrumpían con un eco ensordecedor en la rada, correspondiendo a su turno al ceremonioso saludo, con su salva de 21 cañonazos. El tiempo amanecía nublado amenazando con lluvia, que nunca pasó de ser pocas y tibias lágrimas del cielo, en su incontrolable emoción, ante el esplendoroso espectáculo que ofrecían dos naciones amigas.



Las Fuerzas Armadas de Suecia, inauguran su nueva batería móvil para salvas de cañón.

Comandante, CN Carlos
 Mauricio Echandía Zuluaga.
Por fin llegaba el feliz día, en que el glamoroso “Gloria”, nos premiaba con su visita a esta ciudad sueca, tan ligada a la Historia de nuestra Armada Nacional. En efecto, con este dichoso acontecimiento, también celebrábamos el “Aniversario de Diamante” de la estrecha amistad entre las marinas de Colombia y Suecia, recordando que hace sesenta (60) años, el sábado 19 de agosto de 1956, por primera vez llegaron en visita a este puerto, las fragatas “ARC Almirante Padilla”, y “ARC Almirante Brión”, con un total de veintiocho (28) Oficiales, 145 Cadetes y 214 miembros de sus tripulaciones de dotación. Además, venían dos (2) Oficiales de Ecuador, uno (1) de El Salvador, más quince (15) Cadetes de la Aviación colombiana. Como Comandante de la Escuadra venía el Capitán de Corbeta Carlos Prieto Silva. El “Almirante Padilla” estaba comandado por el Capitán de Corbeta Eduardo Wills Olaya y el “Almirante Brión” por el Capitán de Corbeta Aurelio Perico.

Detalles de los nuevos cañones para salvas.

En esta ocasión, llegándole el turno al “ARC Gloria”, venía comandado por el Capitán de Navío Carlos Mauricio Echandía Zuluaga, y como su segundo comandante el Capitán de Fragata Juan Pablo Pinilla Acosta. La tripulación estaba compuesta por dieciocho (18) oficiales de nuestra Armada, setenta y dos (72) cadetes, de los cuales doce (12) mujeres, cuarenta y ocho (48) tripulantes de dotación, diez (10) infantes de marina, un (1) médico, y un (1) sacerdote. Además, cinco (5) oficiales navales invitados, uno (1) de los siguientes países: España, México, Chile, Perú y Uruguay, junto con un (1) oficial del Ejército, (1) de la Aviación, y (1) de la Policía de Colombia. En total 158 personas a bordo del buque.

Sra. Embajadora de Colombia
 y Oficial de Enlace de Suecia.
Es digno reconocer el laudable gesto de la Flota de Suecia, correspondiendo a la significativa tradición naval de saludo y bienvenida, mediante salvas de cañón. Inicialmente tal ceremonia no estaba planeada, a razón de que la Base Naval en Gotemburgo, había sido reducida a un mínimo, con un Regimiento de la Artillería de Costa (Infantería de Marina), y consecuentemente, el armamento de las antiguas fortificaciones había sido eliminado por completo. Ésta era la información que, en mis diligencias, adelantando los preparativos para el recibimiento del Gloria, yo recibía de todas las Autoridades de la ciudad, llegando a confirmárseme que, infelizmente, la ceremonia con salvas de cañón era imposible satisfacer y, consecuentemente, me proponían abolirla de la Agenda que me encontraba preparando.

Enterado sin embargo, de que la Base Naval en Karlskrona, la mayor de Suecia, ubicada al sur del país sobre el Mar Báltico, estaba a cargo de  los asuntos en conexión con la visita del “Gloria” a Gotemburgo, entré de inmediato en contacto con la Autoridad competente, y de ésta recibí la feliz respuesta de que, para efectos de cumplir con las tradicionales salvas, en las ceremonias en que se debieran participar con ellas, en todo el territorio sueco, se estaba formando una batería móvil con cañones nuevos y potentes. Además, galantemente se me aseguraba que, correspondiendo a la propuesta del intercambio de salvas con la nave colombiana, sería una magnífica oportunidad para inaugurarla, lo que en efecto así se efectuó. Está en su lugar, expresar nuestros efusivos agradecimientos al Teniente de Fragata Anders Havner, Oficial de Enlace de la Marina sueca, por haber contribuido con su estrecha y valiosísima colaboración, en la realización del extenso y placentero programa, que se preparaba para los días de visita de nuestro buque, redundando en rotundos éxitos.

Dos enormes alas de agua escoltan al Gloria en su entrada a Gotemburgo.
Venía el “ARC Gloria” de visitar los puertos de Roseau en la República Dominicana, Castries en Santa Lucía, Santa Marta en Colombia, Cartagena también en Colombia, Charleston en los Estados Unidos, Halifax en Canadá y Amberes en Bélgica. En esta ciudad permanecería hasta el mediodía del jueves 1 de septiembre.

El Gloria pasa bajo el puente de Älvsborg. Dos patrulleros lo escoltan.

Alegres colombianos reciben al Gloria.
Pasando amarras el formidable “Gloria” al muelle de visitantes, bastante cerca del centro de la ciudad, a eso de las 09:30 horas, un cortejo de alegres colombianos allí congregados junto con nuestra Embajadora, Autoridades de la ciudad, y nutrido número de curiosos, le dimos una calurosa bienvenida. Cumplida la augusta ceremonia del cambio del pabellón de crucero, por el soberbio pabellón de parada en puerto, nuestra Embajadora en Suecia, Señora Sonia Durán Smela, fue invitada a pasar a bordo de la unidad, por el Oficial Ayudante del Comandante, rindiéndosele al pasar por el portalón, los correspondientes honores, como la más alta representante de nuestro país en Suecia. Luego nos tocó el turno a todos nosotros los que, henchidos de regocijo incontrolable, pusimos por fin pie en “suelo” patrio.


El ARC Gloria, pronto a atracar al muelle para visitantes del Puerto de Gotemburgo.
Permítaseme confesar que, muy humildemente, me vanagloriaba sugiriéndome que, “Si Eduardo no va a su patria, su patria viene a Eduardo”, y créanme que prácticamente así lo sentía en mis adentros, y conmigo, el resto de mis compatriotas allí congregados. Una vez a bordo, todo nos recordaba a nuestra queridísima tierra: nuestra gente, nuestra lengua, los apretones de mano, los fuertes abrazos, el perfume de exquisito café colombiano que, en enormes tasas nos brindaban. Desde el Sr. Comandante para abajo, todos los oficiales, cadetes y tripulantes, se comportaban como genuinos familiares nuestros. Enorme cantidad de correos había yo cursado con varios de ellos, desde hacía un par de meses, una vez que yo fuera nombrado por nuestra Embajada, como Consejero Especial y de Enlace en Gotemburgo, en todo lo relacionado con la visita del “ARC Gloria” a esta ciudad. Un intensivo y grato trabajo preparatorio habíamos emprendido mancomunados, en aras de alcanzar los más rotundos éxitos en los múltiples objetivos de nuestro buque insignia, en su estadía de en esta ciudad.

Honores a la Pareja Embajadora de Colombia.
Invitados a pasar a la cámara de oficiales, un selecto grupo de visitantes, entablamos allí placentera conversación, en la que hubo un intercambio de lisonjeras expresiones y generosos “regalos”, aprovechando el Sr. Comandante para cumplimentarnos a la Sra. Embajadora y a mí, con honoríficas placas conmemoratorias, engalanadas con el escudo de la nave…
«…En reconocimiento a los excelentes servicios prestados al Buque Escuela ARC Gloria, durante el desarrollo de los cruceros de entrenamiento, No. LII  de Cadetes y No. XXVIII de Grumetes…»
Eduardo recibe del Sr. Comandante, placa de reconocimiento. Lo acompañan su esposa, la Sra. Embajadora y su esposo.
Igualmente, se nos invitó a escribir nuestras palabras de saludo, en el “Libro de visitantes” de la unidad.


La Sra. Embajadora escribe
 en el Libro de Visitantes.
Para este primer día, lunes 29, estaba indicado en la Agenda, llevar a cabo los actos protocolarios en los llamados “Courtesy calls”, para los que nuestra representación estaba comprendida, por parte de la Embajada, por la Sra. Embajadora Sonia Durán Smela, su esposo el Doctor Arturo Infante Villareal, y la Sra. Carolina Chica Builes, Secretaria de la Embajada; y por parte del ARC Gloria, el segundo comandante, Capitán de Fragata Juan Pablo Pinilla Acosta, y el Teniente de Corbeta Andrés Ospina, Ayudante del comandante.

Coronel Peter Adolfsson.
Las visitas protocolarias se realizaron, primero, a las 14:30 horas, al Coronel Peter Adolfsson, Comandante de la Guarnición de Gotemburgo, y a las 15:30 horas a la Alcalde Mayor de la Ciudad, la Sra. Lena Malm. En éstas reinó un aire de cordialidad y festejo, celebrándose la segunda visita que nuestra Armada hacía a esta ciudad. Se intercambiaron las tradicionales dádivas, entre las cuales, por la parte colombiana… ¡No faltó nuestro significativo ¡Sombrero vueltiao! …causando entre nuestros anfitriones, genuina admiración y alegría.

Ceremonia y jolgorio con la Alcalde Mayor de Gotemburgo Sra. Lena Mal, cumplimentada por la Sra. Embajadora Sonia Durán Smela y el Segundo Comandante del ARC Gloria, CF Juan Pablo Pinilla Acosta.
Entrando las horas del anochecer, a bordo del buque fueron bienvenidos medio centenar de invitados especiales, a una alegre recepción ofrecida por el Comandante del” ARC Gloria”, y la Sra. Embajadora de Colombia, de las 18:00 a las 20:00 horas. Entre los asistentes se encontraban autoridades civiles y militares de la ciudad, miembros del Cuerpo Consular, representantes del Puerto, personalidades del sector industrial, cultural, universitario, etc., todos grandemente complacidos de familiarizarse con nuestro “Embajador Flotante” y su insigne tripulación. En un gesto protocolario, muy apreciado por los ilustres visitantes, el Sr Comandante, CN Carlos Mauricio Echandía Zuluaga, me concedió el gran honor de pronunciar en sueco, sus palabras que había preparado para la ocasión, lo que hice henchido de orgullo patrio. Acto seguido, la Sra. Embajadora tuvo la gentileza de agregar unas palabras en inglés, alegóricas a las excelentes relaciones existentes entre Suecia y Colombia, refiriéndose a importantes programas y proyectos en nuestro país, en los que la industria, cultura, educación, etc., de Suecia, realizan valiosísima labor, pasando luego, muy gentilmente, a invitar a la audiencia a disfrutar de los manjares colombianos, que se ofrecían en mesas elegantemente dispuestas a media cubierta, en las que no faltó nuestro añorado “aguardiente”, tan representativo de nuestro jovial folclor.


El destructor "HMS Småland" en el Museo marítimo de Gotemburgo.
Los días martes 30 y miércoles 31, se reservaron para actividades de la tripulación, incluyendo un partido amistoso de futbol entre el “Gloria” y la Guarnición de Gotemburgo, una visita a la fábrica de automóviles Volvo, en donde se dio oportunidad a los visitantes, de conducir los autos destinados a las estrictas pruebas en diferentes terrenos. Oportunidad se tuvo también, para visitar el “Museo marítimo” (flotante), en el que se encuentra perfectamente conservado, el destructor “HMS Småland”, gemelo del famoso “HMS Halland”, prototipo de los destructores “ARC 20 de Julio” y “ARC 7 de Agosto”. No faltaron las visitas a otros museos importantes, al parque de atracciones Liseberg (ciudad de hierro), y las reconfortantes caminadas por las calles de la bella y amable Gotemburgo. En estos dos días, la unidad estuvo abierta para visitantes de 09:00 a 12:00 horas, y de 14:00 a 18:00 horas, siendo muchos los gotemburgueses, que no se perdieron de tan placentera oportunidad.

Los Cadetes se apoderan de Gotemburgo.
No se me puede escapar, incluir en esta noticia, algo muy especial que me aconteciera, dos meses redondos antes del arribo del Gloria. Encontrándome entonces, preparando la importante parte publicitaria, que cubriría la visita de nuestro buque, lo primero que se me ocurrió, fue ponerme en contacto con el mayor diario de la región, el “Correo de Gotemburgo”, muy amigo de Colombia y conocedor de la importante presencia y actividades de nuestra Armada en esta ciudad, a principios de la década de los “50”.

Tarjeta doblada con el Menú
 para la cena del bautizo y
 botadura del "ARC 13 de Junio"
Como esperado, el periódico no demoró en contactarme, y en una grata charla, fue substancioso lo traído a colación. Cabe aclarar que, precisamente en esta ciudad, tuvieron su sede la jefatura de la “Operación Cupica”, encargada de los asuntos en conexión con la construcción de los dos destructores en los astilleros de Götaverken en este puerto, y de Kockums en Malmö al sur, y la jefatura de la “Operación Firpo”, a cargo de los asuntos relacionados con el entrenamiento del personal. Con anterioridad yo había enviado al periódico un “Press Release” que había preparado, basado en la información que recibiera de nuestro buque. Era obvio que en los archivos del “Correo de Gotemburgo”, existiera completa información en conexión con nuestra Armada, por ejemplo, y en orden cronológico, la cobertura de las históricas ceremonias de bautizo y botadura del “ARC 13 de Junio”, el 19 de junio de 1956, y la primera visita que hicieran las fragatas “ARC Almirante Padilla”, y “ARC Almirante Brión”, dos (2) meses más tarde, en agosto del mismo año.

Para ir a Yo Cadete Firpo IV,
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Respecto al autizo del “13 de Junio”, la prensa fue sorprendida con la noticia “a posteriori”, en verdad al día siguiente, con el extraño troque del nombre del destructor, habiendo sido bautizado “ARC 7 de Agosto”. Sobre esto escribo en mi artículo “Yo Cadete Firpo, IV”. Era evidente entonces que, al preguntárseme sobre el origen del bello nombre “Gloria” de nuestra Nave Abanderada, debía yo evitar que, la placentera anécdota en torno al “Vale por un velero”, fuera mal interpretada, asociándola con las razones políticas detrás del “13 de Junio”. Se dice que «…soldado anunciado no muere en guerra…», y así fue que se me ocurrió decir que…
«…El bello nombre “Gloria” es tomado de la primera frase del Coro de nuestro Himno Nacional, que versa: ¡Oh, gloria inmarcesible! …»
…que traduciéndolo yo al sueco Åh, oförgänglig gloria!, impactaba aún mucho más con su belleza.

Me atreví a difundir una “verdad con modificaciones”, de la que, con todo respeto no me arrepiento, seguro que estoy que mi denuedo será gratificado en la posteridad que, para mí, ya muy pronto se hará presente. Digo “con modificaciones” porque tuve la prudencia de agregar…
«…que el nombre de su madrina que lo bautizara, fuera también el mismo, ha quedado registrado como una grata coincidencia. La Sra. Gloria Zawadasky, era a la sazón viuda del general Gabriel Rebeiz Pizarro, Ministro de Defensa quien, en una reunión social, diera su apoyo al proyecto de la adquisición de un buque escuela velero, presentado por el entonces Comandante de la Armada, Vicealmirante Orlando Lemaitre Torres, escribiendo el general Rebeiz sobre una servilleta, el famoso “Vale por un velero” …»
Medallón conmemorativo del Crucero 2016, del ARC Gloria.
Aquí no termina la revelación de mi insólito atrevimiento. Entrando más tarde en escena, la Jefatura de Información de las Fuerzas Armadas de Suecia, con sede en Karlskrona, me solicitaba información y datos, para confeccionar a su turno, su reglamentario “Press Release”, sobre la visita del “Gloria” a Gotemburgo, a ser enviado a toda la prensa y televisión en Suecia, subscritas a sus importantes y frecuentes anuncios oficiales. Entonces no tuve otra alternativa, fuera de enviarle lo ya aportado por mí al “Correo de Gotemburgo”, incluyendo otros tantos datos que me pedían de Karlskrona, y sin faltar, obviamente, la explicación que yo diera sobre el nombre de nuestro buque. Además, aprovechando mi correo remisorio, incluí en éste, un saludo especial expresando nuestros efusivos agradecimientos, por habérsenos concedido el privilegio de cumplir con el Ceremonial Naval con las salvas de cañón, inaugurándose en conexión con éstas, la nueva batería móvil para tal propósito, y la honrosa presencia de los dos (2) patrulleros de la Real Flota, especialmente destacados para escoltar a nuestro buque insignia, en su entrada al puerto. Datos que también entraron en el previo informe que citada Jefatura cumplió con enviar.

Dicho y hecho, temprano en la mañana del 29 de agosto, aun encontrándose nuestra Nave Abandera en su pomposa entrada al puerto de Gotemburgo, ya por Internet aparecían noticias sobre el grato acontecimiento en marcha. Los amigos del “Correo de Gotemburgo”, se lucieron dedicando casi una página entera, en su edición en papel al día siguiente, martes 30 de agosto, con su artículo «…El glamoroso Gloria, ha atracado en el muelle de Stigberg…», un significativo título que todo lo dice.


Entonces, queridísimos lectores, la Historia de nuestra Armada, seguirá llenando sus laudables páginas, y actualizándose, acompañará siempre el correr del “día a día” en el calendario, y el “tic tac” del reloj de nuestras vidas, y así seguirá sucediendo “Per saecula saeculorum”, correspondiéndonos a nosotros contribuir con nuestro granito de arena.

Sumando tenemos que, el lunes 29 de agosto de 2016, acontecieron significativos hechos dignos de recordar. Nuestro buque escuela e insignia “ARC Gloria”, hacia su primera visita a la ciudad de Gotemburgo. Con su arribo se celebraba el “Aniversario de Diamante” de la primera visita de nuestra Armada a Suecia, con una escuadra de fragatas venida a cumplimentar, los bautizos y botaduras de los dos destructores, que se construían en este país. Haciendo honor a nuestro “Embajador Flotante”, las Fuerzas Armadas de Suecia, inauguraban su nueva batería móvil para salvas de cañón. Con el descerraje de 42 ensordecedoras salvas compartidas, paradójicamente, celebrábamos el silenciamiento de las armas, de medio siglo de fratricida guerra en nuestro suelo patrio, y, con esas mismas descargas de cañón, se pregonaba la “confirmación” del bello nombre de nuestra Nave Abanderada

Sobre este último suceso, valiéndome de las palabras con las que, la Jefatura de Información en Karlskrona, hacía mención al origen del nombre “Gloria”, traducidas por mí al español, e incluyendo el escudo de armas de las Fuerzas Armadas de Suecia, a forma de partida de confirmación, he preparado la siguiente esquela conmemorativa.

Llegado el día jueves 1 de septiembre, también llegaba la triste hora de despedirnos se nuestro buque y su tripulación. A las 14:00 horas, bajo una sinfonía de pitos que se oían brotar de todas partes sobre cubierta, en un ceremonioso ir y venir de ágiles movimientos, soltadas las amarras, zarpaba el “ARC Gloria” destino a St. Petersburg en Rusia, para seguir luego de visita a Vigo en España, Casablanca en Marruecos, y Kingston en Jamaica, y finalmente regresar a su base en Cartagena, el día jueves 1 de diciembre de este año.


Deseándole… ¡Buen viento y buena mar! …despedimos a nuestra gloriosa Nave Abanderada. Nuestros corazones quedaban tristes, pero esa añoranza que enjuagaba nuestras lágrimas, afianzaba aún más, el gran amor que sentimos por nuestra Patria.

¡Terminado con las máquinas!

Luis Eduardo Schroeder Soto.









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